¿Por qué se aísla la mujer maltratada?
La mujer maltratada se
aísla, no sólo de amigos y conocidos, sino incluso de su familia.
Muchas veces lo percibimos como que es una ingrata, desagradecida, e incluso orgullosa, puesto que ya no nos busca como antes. El problema es que no comprendemos realmente a la mujer maltratada, no llegamos al fondo de todas las cosas, e ignoramos (o pretendemos ignorar) que ella sufre maltrato (sea físico o verbal). El maltrato se esconde de mil maneras…
Muchas veces lo percibimos como que es una ingrata, desagradecida, e incluso orgullosa, puesto que ya no nos busca como antes. El problema es que no comprendemos realmente a la mujer maltratada, no llegamos al fondo de todas las cosas, e ignoramos (o pretendemos ignorar) que ella sufre maltrato (sea físico o verbal). El maltrato se esconde de mil maneras…
Muchas
mujeres aun hoy, en pleno siglo XXI, viven en cautiverio, sin que lo
notemos. Ni nos damos cuenta porque su cárcel ha sido astutamente construida
por el déspota de su esposo, le ha encarcelado sus sentimientos, su autoestima,
su fe en si misma y muchas veces, hasta su deseo de vivir.
Pero vive,
se aferra a la esperanza de que su maltratador un día cambie, aunque
muy en el fondo sabe que eso no pasará. Mientras tanto se resigna,
añorando los recuerdos de tiempos pasados en los que podía llamar y hablar con
el mundo exterior sin que nadie le controlase con quien, qué y cuándo. Cuando
te encuentras con la mujer maltratada, ella te regala un tímido saludo, un
saludo lleno de temor, mientras te dice que todo está bien. No te
puede decir la verdad, no se atreve, porque aunque su carcelero no esté
presente en ese momento, está presente en su vida, en todo lo que hace, y
siente sus cadenas aun cuando no está presente. Su carcelero sabe controlarla,
incluso cuando no está con ella.
La mujer
maltratada quiere, desea, y necesita la comunicación con su familia y
amistades. Pero él, su maltratador, quien al principio es sutil y grosero más
tarde, se ha encargado de retirarle a sus amigas, siempre tiene algo que
criticar de sus amistades, de su familia… y cada vez aleja más a la mujer
de toda persona que pudiera hacerle bien. La situación es tan difícil para la
mujer maltratada que Dios le ayude si intenta la comunicación a espaldas del
cobarde que la hace temblar, porque si la descubre “desobedeciendo su órdenes”
le espera una gran gama de insultos, humillaciones, y hasta golpes por
atreverse a intentar tener una amiga, o compartir algo con una vieja amistad,
de las pocas que le quedan a la mujer maltratada, porque la mujer maltratada
siempre acaba aislada.
El
maltratador no conoce límites, y ella no sabe ponerlos. La palabra “basta” no
figura en su vocabulario, le han quitado alevosamente el derecho de hablar, de
pedir, de exigir, y ni tan siquiera tiene libertad para dialogar. Calladamente
se somete a todo lo que él diga. La mujer maltratada sabe que necesita ayuda,
pero no puede pedir ayuda. Él la manipula para
que quede entre sus redes, “nadie te va a creer”, “tienes que hacer lo que yo
diga porque si te dejo nadie más se fijará en ti”, “si me das problemas vas a
sufrir”, “tu familia sufrirá mucho si me das guerra, te arrepentirás toda la vida”,
“nadie más te querrá, estás fea y gorda…”
El
maltratador no conoce limites, y ella no sabe ponerlos, la palabra
“basta” no figura en su vocabulario, le han quitado alevosamente el derecho de
hablar, de pedir, de exigir, ni tan siquiera tiene la libertad de dialogar y se
somete calladamente a todo lo que el diga, la mujer sabe que necesita pero no
puede pedir ayuda, “quien te va a creer si yo te lo doy todo” “tienes que
hacer lo que yo diga, porque si te dejo nadie mas se fijara en ti”, “si te vas
no podrás vivir sin mi, nadie te querrá, estas fea y gorda”.
Uno de los
factores más dañinos es el miedo a empezar de nuevo. ¿Cómo, y con qué va a
empezar? Si el maltratador le ha quitado todo, los hijos visten, comen, y van a
la escuela con lo que él paga… Ella no tiene dinero porque él se encargó
desde un principio en hacerle creer y demostrarle que no necesitaba
trabajar. Se encargó de que no pudiese ser independiente, y muy por el
contrario, que siempre dependiese de él.
“No tienes
necesidad de trabajar, porque para eso estoy yo” y así es, ante los ojos
de todos, es el mejor proveedor, es amoroso y dedicado a su familia, ¿pero
quien recuerda que ella puso su amor, su vida y su patrimonio en las manos de
su esposo? Quien más debía recordarlo es él, y lo ha olvidado, o pretende
olvidarlo. ¿Y qué más da, si después de todo lo material no tiene la mayor
importancia? Ella soñó con el amor, la unión, el respeto mutuo… y no lo tiene.
¿Por qué
nos alejamos de la mujer maltratada? ¿Por qué permitimos que la alejen de
nosotros? ¿Por qué permitimos que ella se aleje? ¿Por qué no tratamos e
insistimos en ayudar?
Como
familiares y como amigos, pensamos erróneamente que si ella así es feliz. Y si
ella está feliz con su situación, no hay motivo para intervenir. Damos por sentado
que “eso es lo que ella escogió” que si no fuera feliz ya lo habría
dejado, damos por sentado que las excusas que ella utiliza son ciertas, le
creemos que “ese ojo morado fue un accidente” esos raspones en las piernas
fueron por una “caída” después de todo, son las físicas las que podemos ver ,
son las físicas las que se pueden disimular… ¿Pero y las heridas emocionales?
Esas heridas que no se ven pero que hacen más daño porque son dichas a cada
momento, cada día y todos los días, por su esposo, el hombre que la ama, el
buen proveedor, el buen padre y amigo, el profesional que sale todos los días a
la oficina, clínica, o bufete de abogados a brindar la mejor de su sonrisas, la
mejor de sus actuaciones, a lo mejor defendiendo a alguna mujer victima de
maltrato.
¿Qué podemos hacer?
En nuestro papel de familia, amigos o conocidas de una mujer maltratada, debemos poner atención a las primeras señales de abuso,hablar con el maltratador, hacerle ver su error, buscar ayuda profesional, creo que como familiares y amigos jugamos un rol importante para hacer que el abuso y el maltrato paren, hablemos con la mujer abusada, hagámosle ver que no es normal ni lógico sufrir a manos de un déspota, dictador y machista.
En nuestro papel de familia, amigos o conocidas de una mujer maltratada, debemos poner atención a las primeras señales de abuso,hablar con el maltratador, hacerle ver su error, buscar ayuda profesional, creo que como familiares y amigos jugamos un rol importante para hacer que el abuso y el maltrato paren, hablemos con la mujer abusada, hagámosle ver que no es normal ni lógico sufrir a manos de un déspota, dictador y machista.
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